Diseño de sistemas. escuela de ulm

En los años 50 del siglo xx la Escuela de Ulm (Hochschule für Gestaltung Ulm) trabajó para incorporar el diseño al mundo de la industria y conformar nuestra cultura material. Este proceso no fue impulsado por la bonanza económica sino, bien al contrario, por una profunda crisis de valores y recursos. Se aprovechó el momento para repensar qué significa crear formas en el mundo actual, así como para democratizar el acceso al diseño.

«La escuela aceptó la industria como sustrato de la sociedad contemporánea, y consideró la industria y la tecnología como fenómenos culturales» (Gui Bonsiepe). Este posicionamiento tuvo como consecuencia una redefinición de la profesión de diseñador que no se había planteado nunca antes. Hasta aquel momento, la finalidad de las escuelas relacionadas con el diseño era enseñar cómo aportar belleza a los objetos de la vida cotidiana. El taller de William Morris, la Werkbund y la Bauhaus estaban integrados por artistas.

El paso dado por la HfG Ulm la apartó radical y definitivamente de la profesión tal como se entendía hasta entonces, y la integró de manera indisoluble en la industria y la tecnología.

Ulm no se centró en el diseño de objetos individuales sino en los sistemas de objetos, y trató de poner orden en ese mundo, así como en el ámbito de los objetos y la comunicación. Fue pionera en la renovación del diseño en la electrónica, la comunicación y la imagen corporativa, así como en la construcción industrializada. Pero su investigación no parte de cero, sino que entronca con el mundo de la industria centroeuropea a partir de empresas como Thonet o AEG.

Sus colegas y seguidores han sido muy numerosos: Braun, ERCO, Gardena, Lufthansa, USM Haller o el Metro de Bilbao.

Dhub (Montcada, 12). Hasta el 28 de febrero
De martes a viernes de 11 a 19h. Sábados, domingos y festivos de 11 a 20h