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Escola Muuu 6

La sexta edición de Escola Muuu se acerca. Se celebrará del 8 al 11 de setiembre en la masía de Can Font, Girona. Nuestras intenciones son perversas:
7 conferencias
Cla-se, Dídac Ballester, Eduardo del Fraile, Enric Satué, Ibán Ramón, Javier Guillem Carrau y Soon in Tokyo.
2 talleres
Uno de iluminación, con Dani Lluscà y otro de papiroflexia con Losiento.
2 mesas redondas
Una sobre la situación económica/empresarial de la profesión y otra sobre los diseñadores «entre bambalinas», maneras de ganarse la vida.
1 exposición
Eumogràfic, la expo «25 anys, 25 mirades».
25 plazas
Como somos amigos os lo dejamos por 295 €, pero la amistad es efímera y la oferta termina el 20 de Julio, todo incluido!
Más?
Pásate por la web: www.escolamuuu.com
El diseño mola. ¡Y en compañía, más!

Bill Gold. El genio invisible de Hollywood

Toni Garcia. Publicado en el País Semanal del 3 de julio de 2011.

Hollywood es un universo con sus propias reglas donde lo único constante es la presencia del dinero, el auténtico astro rey. En torno a él giran un sinfín de planetas cuya vida depende íntegramente de su capacidad para adaptarse: actores, directores y productores integran ese peculiar sistema solar. En su órbita se mueven miles de diminutas estrellas que de cuando en cuando logran sacar la cabeza, pero que brillan sin la fuerza necesaria para competir con los grandes astros. Viven allí compositores, escenógrafos, guionistas y directores de fotografía, y -en ocasiones- algunos logran trascender y ocupar su propio espacio. Y al final, solo al final, en los confines de ese universo viven los que nunca han sido considerados parte esencial del mismo, hombres y mujeres de trabajo sordo (y a veces ciego) que forman parte de la cara oculta del séptimo arte, aquella que se empeña en camuflarse y quitarse importancia.
En ese rincón olvidado habita Bill Gold.

Gold es probablemente el creador de carteles cinematográficos más famoso y dedicado de la historia del cine. Su carrera abarca más de 60 años de trabajo que le han llevado a colaborar con François Truffaut, Elia Kazan, Sidney Lumet, Alfred Hitchcock, Stanley Kubrick, Federico Fellini, John Ford, Sam Peckinpah, Alan Parker, Ridley Scott, Brian De Palma, Howard Hawks o Clint Eastwood. Sin embargo, y a pesar de este currículo, Gold sigue siendo un desconocido de tomo y lomo, una nota emborronada a pie de página a la que uno no presta atención porque está demasiado ocupado con otros asuntos.

Su figura, tan imprescindible para entender el cartelismo cinematográfico como el expresionismo alemán, el surrealismo polaco o el modernismo americano, permanece agazapada bajo una montaña de indiferencia que ahora, en pleno siglo XXI, un libro pretende derribar.

Cuando recibí la llamada de Bill Gold no podía creerlo. Es una leyenda. Cuando dijo que quería trabajar conmigo me sentí abrumado por la responsabilidad. Un amigo que conocía mis libros sobre carteles le habló de mí. Bill quería publicar un volumen sobre su carrera, pero nadie quería hacerlo. Le contestaban que no era interesante. Yo conocía sus trabajos para Tarde de perros y Sin perdón, pero poco más. Le pedí que me contara un poco más acerca de su carrera. Cuando acabó solo pude decir una palabra: ‘Joder». Tony Nourmand, editor de Reel Art Press, habla de su criatura, Bill Gold poster works, un descomunal libro de 10 kilos de peso, como quien describe a su hijo recién nacido tratando de disimular orgullo.

Es un día frío en Londres, a pesar de ser junio. Nourmand toma un café en el corazón de Charing Cross Road mientras recuerda los detalles de un proyecto que empezó como una locura. «No queríamos hacer un libro más sobre el tema, sino el libro. Por eso me he pasado más de un año trabajando en él. Cuando el impresor me decía que aquí deberíamos utilizar oro porque así la página quedaría perfecta, yo le miraba como si estuviera loco, pero al final contestaba que sí. Lo más difícil ha sido dejar fuera tantas cosas maravillosas. Nadie sabe el tesoro que tiene este hombre en su casa».

El resultado del trabajo es un volumen de auténtico lujo, cuyo elevado precio (casi 500 euros) no ha impedido un éxito de ventas a ambos lados del Atlántico y ha conseguido que por fin el apellido Gold aparezca -más vale tarde que nunca- en algunos de los medios de comunicación más importantes del mundo. Para coordinar el trabajo se contrató a Christopher Frayling, uno de los estudiosos de la historia del cine más reputados del mundo. El hombre que acuñó la expresión spaghetti-western y sobre quien recayó la responsabilidad de seleccionar (junto al propio Gold) las 2.000 imágenes -muchas de ellas restauradas para la ocasión- que ocupan las más de 400 páginas del libro. «Bill Gold es un gigante del mundo de los carteles cinematográficos y el último superviviente de una estirpe. Hay que pensar una cosa: cuando Bill Gold empezó a trabajar para Warner, lo único que tenían eran pinceles y lápices. Todo se hacía a mano. No había retoques digitales, ni programas de diseño, ni nada de nada. Una de las primeras cosas que hizo Bill, por ejemplo, fue crear sus propios alfabetos, diseñarse sus propias tipografías. Eso es impensable ahora mismo. Piensa en los pósteres icónicos que ha creado y el hecho de que fue capaz de sobrevivir a este cambio gigantesco que supuso la llegada a los ordenadores y te darás cuenta de la extraordinaria medida del personaje», cuenta Frayling por teléfono.

Bill Gold empezó a trabajar en Hollywood en 1942 con quien después se convertiría en su cliente más fiel: los míticos estudios Warner Brothers. Gold, neoyorquino de pro y entusiasta del arte en todas sus variantes, empezó haciendo unos bocetos para que sus jefes vieran si el tipo valía o no. Los bocetos eran cuatro interpretaciones clásicas de los hits de la casa (entre ellos, el Robin Hood de Michael Curtiz), y así, de entrada, le consiguieron un pasaporte a su primer cartel: el de una película protagonizada por James Cagney llamada Yankee Doodle Dandy (Yanqui Dandy, en España). Gold trazó un póster de tintes patrióticos. Al fin y al cabo, era lo que tocaba cuando el mundo se enredaba en la II Guerra Mundial. A los de arriba les gustó el estilo de su nuevo fichaje y decidieron encargarle un nuevo trabajo para una película en la que el estudio no había depositado demasiadas esperanzas a tenor de lo visto en su caótico rodaje.

Gold envolvió a los rostros de sus protagonistas en un halo de misterio y perfiló a mano el título del filme. La película fue un exitazo enorme, y su título, Casablanca, se convirtió en un símbolo para los cinéfilos. El maravilloso cartel de Gold sigue siendo mítico a día de hoy, aunque el mundo siga sin saber el nombre del señor que se lo ingenió. A pesar del éxito, el artista siguió picando piedra, y de hecho no fue hasta 1948, año en que Alfred Hitchcock le reclamó para diseñar el póster de La soga, cuando su carrera despegó definitivamente: Un tranvía llamado deseo, Extraños en un tren, Los crímenes del museo de cera, Crimen perfecto, Al este del Edén, Centauros del desierto y Río Bravo marcaron su carrera en los años cincuenta. En los sesenta alumbra obras como La leyenda del indomable, Grupo Salvaje o Bonnie & Clyde. Títulos que le consolidan como uno de los mejores creadores de carteles de la historia junto a Saul Bass, que en aquella época también despuntaba gracias a sus trabajos para Otto Preminger y Alfred Hitchcock.

«Saul Bass y Bill trabajaron juntos en el departamento de arte de Warner Bros a mediados de los cuarenta», recuerda Christopher Frayling. «¿La razón por la cual Bass es tan famoso y nadie conoce a Gold? Bueno, creo que es muy sencillo, los carteles de cine siempre han sido algo como de segunda división, un entretenimiento menor. Saul Bass se hizo famoso por sus trabajos para marcas o sus aventuras en el diseño industrial. Mucho después, la gente recuperó su carrera como cartelista. Gold nunca empujó para ser famoso. Se consideraba un artesano del cine, no hizo nada más que diseñar carteles. Nunca le interesaron ni la fama ni el reconocimiento. Hay que tener en cuenta además algo muy importante: los mejores ilustradores del mundo pasaron por el estudio de Bill Gold entre los cuarenta y los setenta. Lo que más me molesta es el esnobismo que hace que mucha gente no crea que un cartelista de cine no es un artista de pies a cabeza, que no tiene importancia. Los carteles de cine pueden ser mágicos y con este libro hemos buscado devolverles ese estatus».

La trayectoria del artista en los años que siguieron fue fulgurante: La naranja mecánica, Barry Lyndon, Fama (y su famoso logo), Hair, Alien, La invasión de los ladrones de cuerpos, Primera plana, Todos los hombres del presidente, Yakuza, Operación dragón, El exorcista, Tal como éramos, Papillon, El golpe, Uno de los nuestros, Defensa o Diamantes para la eternidad sellaron el pacto de sangre que Gold tenía con el séptimo arte.

Mención aparte merece la relación del artista con Clint Eastwood. Ambos se conocieron en 1971 cuando el primero recibió el encargo de diseñar el póster para la película Harry el Sucio. El director del filme, Don Siegel, y el propio Eastwood eran conocidos en Hollywood por su afición a rechazar propuestas o exigir cambios a los diseñadores que trabajaban para ellos. Cuando Gold envió su propuesta, actor y realizador respondieron: «No cambies nada».

Eastwood volvió a llamarle para su siguiente película, y la siguiente, y la siguiente, y la siguiente… y así pasaron 40 años hasta llegar a Mystic River, poco antes de que Gold se retirara de un negocio que ya no entendía: «No hay ningún ejemplo de una colaboración tan fluida y maravillosa entre un director y un cartelista como la que han tenido durante cuatro décadas Bill Gold y Clint Eastwood. Miremos, por ejemplo, el primer teaser-póster de Sin Perdón, donde aparece Eastwood con el abrigo y la pistola en la mano, de espaldas. Ni siquiera puedes verle la cara… es impresionante. O el cartel de Mystic River, con el reflejo de los tres hombres en el río. Mirándolo sabes que aquellos tipos comparten un oscuro secreto. El único ejemplo que se me ocurre donde percibir tal sintonía entre director y artista es la relación entre Pedro Almodóvar y Óscar Mariné. Solo con mirar los carteles de uno sabías qué quería decir el otro. Eso ya no existe, ahora todo es lo que Bill llama La aproximación Monte Rushmore al cartelismo: rostros de estrellas en el póster. Se ha perdido cualquier atisbo de originalidad», remata Frayling con amargura.

Bill Gold tiene ahora 92 años y vive en un pequeño pueblo a 45 minutos de Nueva York. La edad le pasa factura, se cansa con frecuencia y uno de sus oídos insiste en fallarle. Vive con su segunda mujer, Susan, que hace las veces de mánager. Su casa es un auténtico museo. Más de medio siglo después ha visto su nombre en los titulares: The New York Times, el Hollywood Reporter, The Spectator o el LA Times le han rendido homenaje en una disculpa implícita, reconociendo su impresionante aportación al mundo del arte en su vertiente cinematográfica. En 1994, Gold afirmó: «Mirando los carteles de las películas de hoy creo que todas deben de ser iguales». Diez años después se retiraba, dejando tras de sí una obra inigualable y convirtiéndose en el genio más rabiosamente invisible que ha engendrado en décadas ese monstruo llamado Hollywood.

Alex Trochut – More is more

«Type is a human creation, not something you can find in nature, there are not models that guide us, we create them. That’s the best part, it is a world we created ourselves – there are no limits to how we are going to keep representing it.»

Con tan solo 30 años, Alex Trochut es uno de los diseñadores españoles más internacionales y renombrados. Tipógrafo y ilustrador, nos muestra en su nuevo libro «More is more» su lado mas íntimo, personal y a la vez profesional.

A través de las 288 páginas, nos enseña sus trabajos, influencias profesionales (como Dalí y Miró) y su proceso creativo. Desde los bocetos, las transformaciones de su trabajo hasta el momento de ser finalizadas. Una recopilación de sus mejores trabajos, en un libro diseñado por Dani Navarro y con los textos de Albert Martínez López-Amor.

páginas – 288
idioma – Inglés
formato – 24 x 30 cm. (tapa dura)
editorial – Index Book





Gran Chill Laus

 

Lunes 4 de julio, a las 19h / Sala Teatre del CCCB (Plaça Joan Coromines)
Entrada: 3 euros / Socios FAD y ADCV gratis / Aforo limitado

6 años, 4 meses y 11 días después de empezar los Chill Laus, hacemos un balance singular: invitamos a 7 de los diseñadores y estudios que más público han atraído a las 58 sesiones anteriores.
Este Gran Chill Laus se articula en 7 microdebates entrecruzados (de unos 15 minutos cada uno) sobre temas clave que caracterizan el contexto, la práctica y el futuro de la comunicación gráfica. Los 7 temas se formulan a partir de ideas y opiniones expresadas por diseñadores que hemos ido entrevistando a los últimos libros Laus.

Microdebate 1: Los diseñadores
Debaten Xavier Bas y Sergi Opisso (Lamosca)
A partir de cuestiones como:
“El ambiente del diseño es demasiado profesional, hace falta más vocación”
“Hay demasiados diseñadores y parece que ya está todo hecho”
“En la escuela enseñan sólo a diseñar, pero no a trabajar en un estudio”

Microdebate 2: Microeconomía
Debaten Astrid Stavro y Enric Jardí
A partir de cuestiones cómo:
“No hemos hecho nunca trabajo comercial”
“Los diseñadores tienen que saber más del mundo empresarial”
“Hay un factor clave para los estudios, para su viabilidad y capacidad de negocio: la suma y adaptación de nuevos socios”

Microdebate 3: Innovación
Debaten Marc Català (Mucho) y Martí Ferré (Bildi)
A partir de cuestiones como:
“El discurso de la innovación está más cerca de la reinterpretación que de la obsesión por lo nuevo”
“La sostenibilidad y la utilidad social generando nuevas oportunidades”
“Quizás innovar es no saber exactamente donde querer ir”

Microdebate 4: Procesos de Trabajo
Debaten Enric Jardí y Albert Folch
A partir de cuestiones como:
“El trabajo manual, el error y el azar pueden ser factores creativos”
“¿Dónde está la creatividad, en los mensajes o en los procesos?”
“La neutralidad formal justifica cada vez menos una edición impresa”

Microdebate 5: La estructura del sector
Debaten Martí Ferré (Bildi) y Xavier Bas
A partir de cuestiones cómo:
“Hoy, colectivos pequeños son capaces de producir un trabajo increíblemente complejo”
“Todo lo que tiene que ver con la sostenibilidad producirá una nueva mecánica económica”
“Hay más diseñadores, más jóvenes y más preparados que nunca. Creemos que estamos en un momento brillante y de eclosión del diseño gráfico”

Microdebate 6: Cultura
Debaten Albert Folch y Marc Català (Mucho)
A partir de cuestiones como:
“¿Dónde acaba la comunicación y empieza el arte?”
“Está obsoleto el concepto de que el diseño gráfico está influido por el arte; más bien, hay un intercambio permanente”
“En la comunicación cultural, decisiones de carácter político pueden marcar en exceso un proyecto”

Microdebate 7: Futuro
Debaten Sergi Opisso (Lamosca) y Astrid Stavro
A partir de cuestiones como:
“Se acabará la idea fetichista de la posesión como vía para lograr la sabiduría”
“Las imágenes que definirán nuestra época serán de muy baja calidad”
“La internacionalización será cada vez más necesaria”

El Gran Chill Laus como la Nit Laus 2011, forman parte del FADfest, el acontecimiento anual del FAD que celebra la excelencia creativa, reconoce el trabajo de profesionales y empresas, e impulsa la cultura del diseño. El FADfest es un gran escaparate de lo mejor del año: los proyectos de arquitectura, gráfica, diseño industrial, artesanía, arte y moda.

Agi Open Barcelona

What
Ponte las pilas y apúntalo en tu agenda: Barcelona se está preparando para inspirarse con la mejor creatividad este próximo otoño. Con 25 conferenciantes internacionales de máximo nivel, AGI Open BCN (3 y 4 de Octubre 2011) promete ser el evento del año en diseño gráfico.
Bajo el lema “What. How. Why.” este año se ha elegido a un elenco de diseñadores
reconocidos internacionalmente para estimular el diálogo y provocar nuevos temas de debate. Fomentar tu creatividad, ofrecerte nuevos puntos de vista, motivaciones, perspectivas y conocimiento, todo en un evento único.

How
AGI Open es la cara pública y didáctica de Alliance Graphique Internationale. El propósito del congreso es educar e inspirar a estudiantes y profesionales a través de presentaciones y de un intercambio abierto de ideas entre los conferenciantes de AGI y los asistentes.
El congreso, en su segunda edición, ofrece una oportunidad única para conocer de
primera mano a los diseñadores que han marcado la pauta de la cultura visual en
las últimas décadas.
AGI Open quiere alentar al público asistente a ser participantes activos del evento, promocionando interacciones y discurso a debatir. Comparte tus reflexiones con Stefan Seigmester y Javier Mariscal, pregunta a Irma Boom y Michael Beirut sobre su trabajo, entabla una conversación con Chipp Kidd, Paula Scher, Steven Heller, Angus Hyland o Tony Brook.

Why.
Alliance Graphique Internationale reúne a los mejores diseñadores gráficos del mundo en un club profesional de intereses y logros comunes. Sus miembros son responsables del diseño de identidad de muchas de las instituciones y corporaciones más importantes del mundo así como innumerables ejemplos mundialmente conocidos de packaging, publicaciones, ilustraciones, carteles, diseño de tipografías y grafismo en movimiento. Una vez al año AGI abre sus puertas al público, ofreciendo
el talento de algunos de los diseñadores mas influyentes del planeta.
Desde el pasado año AGI Open ha sido reconocido por el mundo entero como uno de los mejores eventos de diseño. Sin duda el evento de este año reforzará el posicionamiento de Barcelona como
uno de los destinos de referencia en el diseño y lugar de inspiración creativa.
Las conferencias serán en el Coliseum de Barcelona, un edificio de 1920 icono de la arquitectura monumental de la ciudad, con un aforo de 1.600 butacas..

AGI Open. Barcelona; 3 y 4 de octubre de 2011
Programa
Lunes 3 de octubre. Cine teatro Coliseum
Bienvenida de 09.00 a 09.50
A partir de las 09,55 conferencias de 20 minutos con la intervención de Christoph Niemann
Tony Brook, Paula Scher, Lars Müller, James Goggin, Mário Feliciano y Chip Kidd con una
pausa de 11.05 — 11.30
Comida de 13 a 15 horas.
A partir de las 15 horas y con el mismo formato de la mañana intervenciones de Irma Boom, Joost Grotens, Isidro Ferrer, Angus Hyland, Jan Wilker y Steven Heller, con una pausa de 16,35 a 17,00 horas
A las 20,30 horas en el cine Urgell, proyección de la película de Fernando Trueba y Javier Mariscal: Chico & Rita

Martes 4 de octubre. Cine teatro Coliseum
Bienvenida de 09.00 a 09.50
A partir de las 09,55 conferencias de 20 minutos con la intervención de Stefan Sagmeister, Michael Bierut, Jessica Helfand & William Drenttel, Paul Sahre, Marina Willer, Ahn Sang-Soo y Pierre DiSciullo
Comida de 13 a 15 horas.
A partir de las 15 horas y con el mismo formato de la mañana intervenciones de Kyle Cooper, Henrik Kubel, Anette Lenz, Nicholas Blechman, Marian Bantjes y Javier Mariscal con una pausa de 16,35 a 17 horas.

Las entradas anticipadas pueden adquirirse al precio de 75 euros para estudiantes y 135 euros para profesionales en http://agiopen.stagehq.com/

Bar El Velódromo

Des del mes de setembre del 2010, l’interior de la carta del Bar El Velódromo s’ha convertit en una revista gràfica i literària, dirigida pel dissenyador Albert Planas i l’escriptor Julià Guillamon.
Cada mes se’n publiquen tres dobles pàgines que la gent es pot endur i col·leccionar. Compten amb la col·laboració d’artistes, escriptors, fotògrafs i dibuixants. A final de temporada se’n farà un llibre.

 
Entre 1969 i 1975, en quatre temporades alternes, Montjuïc va acollir curses del campionat del món de F1. Hem recuperat unes quantes postals de la sèrie Gran Prix de El Escudo de Oro, on de fons dels cotxes, es reconeix el parc urbà de Barcelona. Al costat, un text de Francisco Casavella que transmet l’ambient del circuit. Al centre, Jackie Stewart, guanyador de l’edició de 1971, amb Tyrrell-Ford.

 

 

 
El Gran Zoo és un bestiari contemporani del gran poeta cubà Nicolás Guillén, que enlloc d’animals, retrata persones i objectes. L’any 2009, Arnal Ballester va il•lustrar el llibre per a les Ediciones del Zorro Rojo. “Es un peligro bárbaro/ ese animal aquí”, escriu Guillén. Arnal dibuixa amb una família que fuig de la catàstrofe, carretejant la bomba com si fos un nadó. Premonitori.

 

 

 
En les seves Memorias de un liberal psicodélico, Lluis Racionero recorda l’estada que va fer a Berkeley a finals dels anys seixanta, quan els moviments contraculturals estaven en plena efervescència. En un dels capítols relata la seva primera experiència amb l’LSD. En reproduïm un fragment, juntament amb una pintura lisèrgica d’Evru, de 1967, quan encara signava la seva obra amb el nom d’Albert Porta.

 

http://www.flickr.com/photos/moritzbarcelona/sets/72157625472911493/